Carta abierta a Florencia Peña

CARTA ABIERTA A FLORENCIA PEÑA

Supimos que te amenazaron de muerte.
Supimos que una parte del sector seudo cultural, mediático y gorila, de nuestra sociedad-sector que ayer te mimaba- hoy te segrega y te ignora.

Te escuchamos sostener que ese es el costo a pagar por decir lo que se piensa… que estás dispuesta a pagarlo. ¡Por ello te felicitamos!

Repudiamos la amenaza. Te acompañaremos en la denuncia y las acciones que en relación a ello dispongas.
¡Considéranos a tu lado en esta lucha! Lucha que es larga, dura, a veces degastante, pero única y hermosa para todas aquellas ciudadanas/os que nos sentimos hijas/os de esta Patria.
Lucha- que hoy te tiene en el centro- contra mediocres, estúpidos y egoístas que no están dispuestos a compartir tan solo el 1% de los privilegios que poseen.
Lucha contra aquellos que acrecientan sus fortunas armando “castillos de banalidad” vendidos como productos de cultura popular.
Lucha contra aquellas que desde supuestos “divismos históricos”, nos meten el veneno (de la discriminación, el elitismo, el desprecio por pobres, por hermanos de países limítrofes y desheredados con cara de ladrones), en la sopa del almuerzo diario.
Lucha contra aquellos, que desde los albores de la nacionalidad, han manchado la bandera con bosta de vaca, han robado y matado sin piedad. Esos que hoy, desde el coqueto barrio de Palermo se muestran preocupados por la pobreza, la miseria y la inseguridad. Esos que nos convocan a retrasar lo relojes para volver a ser “el granero del mundo”.
Lucha contra aquellos, que desde sus medios masivos de comunicación (una vez más) estimulan “quiebres institucionales” apelando a las formas más diversas.

Estos son los que se sienten incómodos, inquietos, enojados, ante las opiniones sobre la realidad, que da una ciudadana joven e inteligente, que por ser muy popular, es más escuchada. Ese enojo se ve acrecentado, cuando también por ser buena actriz, la joven es premiada con un ACE.

Estimada Florencia: nos atrevemos a darte una opinión. No estés preocupada, ni triste ante el desprecio de hipócritas, mediocres y egoístas. Que ellos te ignoren o segreguen es tu virtud y no tu error.
En otro momento difícil para la historia de la Patria, esos mismos sectores hoy molestos con vos, se atrevieron a insultar a ese pilar de la cultura nacional, como lo es Enrique Santos Discépolo. Lo concreto es que hoy, él sigue siendo referente indiscutido de nuestra identidad nacional y a los insultadores se los tragó el estercolero de la historia.

¡Seguí como hasta ahora, siendo valiente, justa, audaz, ciudadana amante de su país… y además, buena actriz!
Tu conducta eleva la dignidad de nuestro género y renueva nuestros sueños sobre un destino distinto para las mujeres argentinas.

María Inés Brassesco
Presidenta de U.M.A.
Vicepresidenta de FDIM